El acceso a la información sobre patrimonio fotográfico en el estado español
MULET, Maria-Josep, “El acceso a la información sobre patrimonio fotográfico en el estado español”, Latente: revista de historia y estética del audiovisual, La Laguna, Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna, nº 5, 2007, pp. 57-72.
Los proyectos en red[1]
El panorama actual parece bascular hacia el uso de Internet como canal de difusión prioritario. El patrimonio fotográfico no es la excepción, como lo demuestran la bibliografía y las propuestas de digitalización fotográfica con el fin de promover su consulta en red[2]. Está claro que nos encaminamos a sacar el máximo rendimiento a la divulgación de contenidos en soporte virtual. Son ejemplos de ello el programa AER (Archivos Estatales en Red)[3], de la Subdirección General de Archivos Estatales, que permite acceder, previo registro como usuario, a la información de algunos fondos fotográficos e incluso a imágenes (como las del el Archivo General de la Guerra Civil Española); la web de la Fototeca del Instituto de Patrimonio Histórico Español, que aporta datos sobre los archivos Moreno, Cabré, Ruiz Vernacci, etc., y también visionado de algunas imágenes; la web del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya[4], que enlaza con referencias de colecciones fotográficas (como las del Arxiu Nacional de Catalunya); la de la Fototeca del Archivo Municipal de Córdoba[5], etc.
Por tanto, las iniciativas se están dando a gran y a pequeña escala, desde proyectos que afectan al conjunto de archivos públicos del país y de Iberoamérica hasta otros apoyados por asociaciones de vecinos y sociedades culturales, desde plataformas internacionales a experiencias locales. Quizá su consolidación comporte un impacto semejante al que en 1840 se describía en un diario de Palma de Mallorca para anunciar la publicación de un libro con ilustraciones reproducidas de daguerreotipos: “Así como el vapor pone en fácil contacto todos los pueblos del globo, la litografía y el daguerrotipo nos representan establemente sobre el papel en nuestro cuartos comodamente amueblados y al abrigo de las estaciones los edificios más suntuosos y las vistas más agradables que el vapor pudiera llevarnos á contemplar con los ojos á grandes distancias y á costa de viages y trabajo”[6].
Sería el resultado lógico de una sistemática de trabajo: se ha investigado, se ha catalogado, se ha conservado y, finalmente, se difunde. Lástima que el proceso no ha sido homogéneo ni ha ido a la misma velocidad en todas las comunidades autónomas; algunas ni siquiera han realizado su censo de archivos.
En esta cohabitación conviven esfuerzos patrimoniales de envergadura en pro de la difusión con situaciones reivindicativas básicas, como la necesidad de inventarios. Por eso, nuestra propuesta, que es la realización de una guía de fondos fotográficos del conjunto del Estado español, es un recurso que consideramos necesario y urgente, y que complementaría esas iniciativas en curso de digitalización fotográfica y difusión virtual.
Hacia una guía de fondos fotográficos del estado español.
Este panorama de impulso al patrimonio fotográfico expresado en investigación, gestión y divulgación muestra vacíos significativos en ciertos ámbitos, diríase que incluso primarios.
Aunque no hay duda de que se ha construido una estructura en expansión, de que se han llevado a cabo muchas actuaciones, de que se está reflexionando sobre qué se ha conservado y cómo se ha de proteger, sobre el repertorio conceptual y metodológico a utilizar para el análisis histórico, sobre qué protocolos tienen cabida en la gestión, etc., la impresión última es que ese tejido no ha conseguido establecer unos instrumentos mínimos de localización y difusión del material base, que son las imágenes; o, dicho de otro modo, alcanzados unos objetivos se echa en falta la creación de una red que aglutine —reúna, unifique— la información disponible en muchas y distintas plataformas de acceso desigual.
En este sentido, debería considerarse que una tarea a realizar de manera prioritaria es el diseño de una guía de los fondos fotográficos. Se trata de un instrumento de descripción archivística que garantiza el acceso a la información del patrimonio fotográfico existente. Su finalidad es dar respuesta a unas preguntas clave: qué se ha conservado, cómo se ha conservado, dónde y quién lo ha conservado.
Lógicamente debería plantearse para el conjunto del Estado español y, en consecuencia, ser fruto de un trabajo colectivo. La tarea es difícil porque requiere unos mínimos que garanticen su calidad (metodológicos, descriptivos, etc.), no existen censos-guía de fondos fotográficos del conjunto de comunidades autónomas y supone una dedicación de la que no siempre se dispone.
Con todo, hay que intentar su diseño y su puesta en marcha. Es una reclamación que se viene escuchando desde tiempo atrás desde distintos foros y publicaciones[7], que se ha llevado a cabo en otros países europeos (Suiza, Países Bajos, Suecia) y que podría ser utilizado por un abanico heterogéneo de usuarios finales: principalmente, investigadores, profesionales de la documentación y administraciones central y autonómicas; pero también, empresas de los ámbitos editorial, turístico, patrimonial, etc. y ciudadanía en general.
Se han dado experiencias parecidas de carácter local que podrían servir de base para este proyecto más ambicioso que abarque el conjunto de comunidades. Por tanto, se expondrán a continuación algunos ejemplos realizados para trazar posteriormente los argumentos que podrían hacer viable —y necesaria— una guía genérica de fondos fotográficos del Estado español, que, por otra parte, debería diseñarse atendiendo a un marco de actuación europeo.
Algunas experiencias precedentes
Como hemos venido diciendo, desde fines de los 90 algunos grupos de investigación e instituciones especializadas han elaborado mecanismos de localización, descripción y difusión de fondos fotográficos locales. A modo de ejemplo se pueden citar los trabajos desarrollados en Barcelona, Girona y Baleares, así como otros más parciales en Álava y Pamplona. Posiblemente se den muchos más, que lamentamos desconocer.
En 1998 se dio a conocer el portal Inventari d’Arxius Fotogràfics de Catalunya a través de la web. Se trata de una edición electrónica que recoge información sobre archivos fotográficos públicos y privados que tienen su localización en diferentes comarcas catalanas. Se consulta en http://www.ultrafox.com, en catalán, castellano, inglés y francés. Ha sido creado por Azimut Serveis Informàtics. La versión impresa está dirigida por Carles Fernández y la coordinación editorial es responsabilidad de Albert Blanch.
La base es una ficha individual por archivo que informa de su denominación, titularidad, datos de contacto (dirección, teléfono, etc.), número total de imágenes y parcial (número de negativos, copias positivas, diapositivas), descripción muy genérica del contenido, referencias a publicaciones y exposiciones. Se pueden hacer búsquedas concretas mediante índices tiponímico, temático y onomástico. De esta manera se accede a unos 170 fondos procedentes de asociaciones fotográficas, agencias de imágenes, empresas culturales y comerciales, universidades y centros educativos diversos, editoriales, archivos municipales y nacionales, etc., como Agrupació Fotogràfica de Catalunya, Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya, Arxiu d’Etnografia i Folklore de Catalunya, Arxiu Fotogràfic Municipal d’Igualada, Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, AgeFotostock, FISA-Escudo de Oro, Edicions 62, Arxiu Català-Foto, Colita Fotografia, Fotografia Industrial Centelles-Arxiu Agustí Centelles, etc.
Como indican sus creadores, la cantidad y calidad de los datos dependen de la situación de cada fondo y, de hecho, la información aportada es muy irregular ya que hay archivos de descripción detallada junto a otros de imprecisión excesiva, prácticamente inexistente o en fase de construcción. Es constatable que también se subordina al mayor o menor grado de implicación de los centros con el proyecto. Se trata, como se afirma, de ir alimentando la página web con la incorporación de más archivos y de ir especificando mejor los inventariados. En todo caso, y sin disponer de más información que la del portal, el proyecto se presenta viable y positivo.
En 1999, el Centre de Recerca i Difusió de la Imatge de l’Ajuntament de Girona publicó Girona. Guia de fons en imatge[8],dirigido por Joan Boadas y Lluís-Esteve Casellas, coordinado por Rosa M. Gil, y con un equipo integrado por 23 redactores. Es el fruto de la colaboración de instituciones públicas y privadas de la comarca. También se acude al trabajo en fichas que aportan información completa sobre cada centro (15) y los diversos fondos y colecciones que albergan (68), como el propio CRDI, Bisbat de Girona, “La Caixa”, Editorial Prensa Ibérica, Generalitat de Catalunya, etc. Los datos hacen referencia tanto a los centros (breve historia, génesis, localización) como a los fondos (denominación, estado de descripción del material, condiciones de acceso y difusión, temática, cronología, etc.).
Como han señalado los promotores se trataba de diseñar una metodología conjunta que permitiera una descripción homogénea de la documentación con independencia de su titularidad. Esto obligó a que los centros incluidos se supeditasen a un trabajo en común y, por tanto, a confeccionar un instrumento único y compartido que posibilitase una información regulada.
Además de la edición en papel se puede acceder vía electrónica a través de http://www.ajuntament.gi/sgdap/cat/recurs_fonsim.php. Desde el portal del CRDI también se informa sobre gestión, bibliografía realizada por los profesionales del centro, bibliografía de carácter técnico, enlaces, etc. Aunque tenga una dimensión local, la sistematización y rigurosidad del proyecto lo convierte en modelo de referencia aplicable al conjunto del país.
En 2004 se publicó Guia d’arxius, col·leccions i fons fotogràfics i cinematogràfics de les Balears (1840-1967)[9], editada en Palma de Mallorca por la Fundació “Sa Nostra”, institución dependiente de la entitad bancaria “Sa Nostra” Caixa de Balears. Fue coordinado por Catalina Aguiló y Maria-Josep Mulet y realizado por un pequeño equipo de trabajo integrado por siete profesionales procedentes de los campos de la archivística, geografía, historia, historia del arte, literatura y periodismo, especializados en patrimonio cinematográfico y fotográfico local. La primera piedra del proyecto se gestó en 1987, cuando tres miembros del equipo realizaron un Inventario de archivos fotográficos y cinematográficos de Baleares por encargo del Govern Balear, que quedó inédito y en algún armario de la institución.
La intención fue aportar información sobre la localización de imágenes fijas y en movimiento relacionadas con las Islas que pudieran conservarse en diferentes instituciones públicas y privadas locales, del resto del país, Europa y Estados Unidos. Se fijaron unos límites cronológicos, especialmente de cierre, debido a que la producción audiovisual sobre Baleares posterior a la década de los 60 sobrepasaba la disponibilidad del grupo. Además del libro y de una página web futura, la guía, su metodología de trabajo y sus resultados se han ido difundiendo en comunicaciones (Jornades Imatge i Recerca de Girona, 1990, 2000, 2002, 2006; V Jornadas Imagen, cultura y tecnología, de la Universidad Carlos III de Madrid, 2006), XIII Congreso Español de Historia del Arte, del Comité Nacional de Historia del Arte, CEHA, 2000; etc.) y en la ponencia “La creación de guías de archivos fotográficos” del Primer congreso de historia de la fotografía (Zarautz, 2005)[10].
Junto a estas experiencias, se pueden destacar otras que han apuntado en la misma dirección, como “Censo-Guía de archivos y colecciones fotográficas de Álava” (1988), Llibre blanc del patrimoni fotogràfic de Catalunya (1996) y “Las colecciones fotográficas en Navarra” (2005).
El trabajo de Álava, realizado por Pilar Aróstegui, se incluye en un proyecto archivístico general llevado a cabo por el Gobierno Vasco, el Censo de Archivos del País Vasco[11]. El Llibre blanc[12] dedica un capítulo a los fondos fotográficos de Catalunya, realizado con la información recogida mediante encuestas enviadas a distintas instituciones públicas y privadas entre fines de 1993 e inicios de 1996. Se aportan datos de localización, año de creación del fondo, grupos temáticos amplios, etc. Como se indica, los datos reunidos son un primer paso para un futuro censo de archivos.
La información sobre Navarra corresponde a la ponencia presentada por Carlos Cánovas en el Primer Congreso de Historia de la Fotografía, celebrado en 2006 en el Photomuseum de Zarautz. Se trata de una selección comentada de colecciones del lugar (en el Archivo General de Navarra, Fondo Fotográfico Universidad de Navarra, Museo de Navarra, etc.) y menciones a otros fondos (Archivo Espasa, Diario de Noticias, etc.)[13].
La guía de fondos fotográficos como instrumento de información y de control patrimonial.
Las experiencias locales indican que es posible, que es viable y que es conveniente plantear la realización de una guía para el conjunto del territorio español. Se trataría de extrapolar la actuación cambiando de escala, mediante la creación de un grupo de trabajo por comunidad autónoma y una coordinación general. Lógicamente, la iniciativa es compleja y debería pensarse como proyecto de investigación I+D e incluso contar con patrocinio privado. Para garantizar su difusión sería preciso que adquiriera la forma de portal electrónico en proceso y que se consultara en red.
Fruto de la coordinación debe ser el diseño previo de un protocolo que estableciera la información a incluir, que garantizase un modelo uniforme de descripción y que posibilitara una indización cerrada.
No se trata en estas páginas de exponer detalladamente la sistemática de trabajo, sino de argumentar la necesidad de crear una herramienta de este tipo que, a la vez que agiliza el acceso a la información sobre fondos fotográficos, deviene un instrumento de control patrimonial.
Es sabido que a través de la bibliografía publicada se puede llegar a cierto conocimiento de los numerosos archivos fotográficos y que a través de los recursos disponibles en red se obtiene información sintética e incluso acceso a imágenes (Centro de Información Documental de Archivos, Directorio de recursos digitales en red del Ministerio de Cultura, etc.), pero de lo que se trata es de reunir toda esa información específica pero dispersa sobre patrimonio fotográfico y conferirle unidad. Una guía, como instrumento de control y de difusión, puede ser una modalidad adecuada para ello. Actuaría, además, de base de datos especializada, en línea con otras bases de datos que se están creando en España (CSIC), permitiría aglutinar iniciativas similares pero desconexas y compartir un mismo espacio de difusión.
Como indica Isabel Ortega, la realización en su día de la guía-inventario de la sección de fotografía de la Biblioteca Nacional ha hecho posible la consulta de los fondos, ha sido una herramienta interna para establecer prioridades y necesidades en cuanto a catalogación y conservación, y ha permitido sectorializar la colección y establecer objetivos[14].
Una guía como la que ahora se plantea para el conjunto del país no conseguirá esos resultados porque el nivel de descripción de los archivos debería ser mucho más genérico que los alcanzados por la Biblioteca Nacional, pero puede insistir en la puesta en valor del patrimonio fotográfico e incidir en el papel que todos desearíamos que cumplieran las administraciones central y autonómicas conforme las pautas establecidas por la ley de Patrimonio Histórico Español y por las de las diferentes comunidades autónomas.
[1]Este texto es sólo un fragmento de un artículo más extenso publicado en la revista Latente.
[2]LÓPEZ DE PRADO, Rosario: “Una sociedad de la información para todos: los programas de digitalización de contenido cultural en la administración pública”. Se puede consultar en:http://www.gipuzkoakultura.net/museos/zm/Estudios_Historicos_VI.pdf
[6]“Prospecto”, El Genio de la Libertad, 22 de abril de 1849, p. 4. Reproducido en MULET, Maria-Josep (2001), La fotografia a les Balears (1839-1970), Palma, Documenta Balear, pp. 52-53.
[7]SÁNCHEZ VIGIL, Juan Miguel (2006): El documento fotográfico. Historia, usos, aplicaciones, Gijón, Ediciones Trea; MUÑOZ BENAVENTE, Teresa (1997), “El Patrimonio Fotográfico: la Fotografía en los Archivos”, en RIEGO, Bernardo et al: Manual para el uso de archivos fotográficos. Fuentes para la investigación de fondos documentales fotográficos, Santander, Universidad de Cantabria, pp. 37-69.
[8]Girona. Guia de fons en imatge, Girona, Ajuntament de Girona, 1999.
[9]AGUILÓ, Catalina y MULET, Maria-Josep (2004): Guia d’arxius, col·leccions i fons fotogràfics i cinematogràfics de les Balears (1840-1967), Palma, “Sa Nostra” Caixa de Balears.
[10]MULET, Maria-Josep: “La creación de guías de archivos fotográficos”,Actas del Primer Congreso de Historia de la Fotografía, op. cit, pp. 33-41. Varias comunicaciones a las Jornades Imatge i Recerca pueden consultarse desde la web del CRDI de Girona.
[11]BENAVENTE, Teresa Muñoz: “El Patrimonio Fotográfico: la Fotografía en los Archivos”, op. cit., p. 44.
[12]Llibre blanc del patrimoni fotogràfic de Catalunya, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1996. Dirigido por Cristina Zelich y coordinado por Josep Rigol.
[13]CÁNOVAS, Carlos: “Las colecciones fotográficas en Navarra”, Actas del Primer Congreso de Historia de la Fotografía, op cit., pp. 15-26.
[14]ORTEGA, Isabel: “Los fondos fotográficos de la Biblioteca Nacional”, (2002), Imatge i recerca. Ponències, experiències i comunicacions. VII Jornades Antoni Varés, Girona, Ajuntament de Girona, pp. 133-149.